La ONG española Intervida fue denunciada por un trabajador de nacionalidad peruana, quien informó que habría desvío del dinero recaudado mediante apadrinamiento de niños a actividades que no tenían nada que ver con el fin social de esta entidad sin fines de lucro, pero tras cinco años de investigación, el caso fue absuelto.
Intervida se fundó en 1994 con el objetivo de ayudar a sectores vulnerables, consiguiendo poco a poco padrinos que beneficien a los niños que se encuentran en situaciones de bajos recursos y para ayudar a comunidades pobres, la ONG ejecutó diferentes proyectos en Bolivia, Guatemala y Perú.
Dicha ONG aportó en el país contribuyendo a la nutrición de los niños, mediante la otorgación de desayuno escolar nutritivo, que se brindaba a algunos sectores de la ciudad de El Alto; hicieron campañas de salud y aportaron a la construcción de diferentes infraestructuras de unidades educativas.
DENUNCIA
Intervida se vio perjudicada a raíz de que un trabajador de nacionalidad peruana habría denunciado a la ONG y se habrían interrumpido sus labores bruscamente en 2007, cuando el Juez de ese momento Baltasar Garzón acusó al Fundador Rafael Puertas, de apropiarse de 200 millones de euros de la entidad y se habrían congelado las cuentas de los padrinos.
La congelación de tales aportaciones dejó en medio de la nada a cuatro millones de personas, y la ONG se vio obligada a dar por concluido los proyectos, dejando sin ayuda a una gran cantidad de la población que apoyaba.
Puertas señaló que se vivió una situación difícil mientras duró la investigación para esclarecer el caso; cinco años después no se obtuvieron pruebas de lo denunciado, por lo que las denuncias hacia Intervida fueron anuladas y Puertas, el fundador de la ONG, fue absuelto.
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