La Alcaldía de Cochabamba y el Gobierno departamental abogan por resguardar el fondo documental del Centro de Documentación e Información Bolivia (CEDIB), pero dicen no estar en condiciones de ofrecerle un predio para reubicarse, tras el inminente retiro de las instalaciones que ha ocupado en la calle Calama, las cuales son reclamadas por la Universidad Mayor de San Simón (UMSS), su propietaria legal.
El viernes pasado, el CEDIB anunció la suspensión de sus actividades y el inicio de su traslado, en respuesta a supuestas amenazas de la UMSS de tomar por la fuerza la instalación, lo que pondría en riesgo el patrimonio documental que guarda y las personas que trabajan en la institución. Sin embargo, el CEDIB no cuenta aún con un predio adonde trasladarse con su fondo documental, declarado patrimonio de Cochabamba, el cual comprende 11.042.718 artículos, 3.006.035 disponibles en una base de datos, 76.461 suplementos y unos 21.000 ejemplares de periódicos, entre otros materiales.
A principios de mes, la universidad le dio al CEDIB un plazo de 48 horas para desocupar las instalaciones de la calle Calama No. 255, entre Esteban Arze y Nataniel Aguirre, que abarcan 255 metros cuadrados y 12 ambientes. La institución ocupa ese predio en virtud a dos convenios interinstitucionales con la UMSS, uno de 1993 por 10 años y otro de 2002 por cinco.
Ante el fracaso de negociación con la UMSS de un plazo razonable para facilitar su traslado, el centro de documentación ha pedido a instituciones y autoridades de Cochabamba colaborar en la consecución de un nuevo lugar que lo albergue.
Sin embargo, tanto la Alcaldía cochabambina como la Gobernación afirman no estar en condiciones de ofrecerle a la institución un predio para reubicarse, si bien reconocen la necesidad de velar por la conservación de su patrimonio documental. La secretaria municipal de Cultura, Ninoska Lazarte, dice que su repartición está al tanto del conflicto entre el CEDIB y la UMSS y que se ha reunido con los representantes del centro de documentación. No obstante, asevera que la cesión en comodato de un espacio municipal, idealmente localizado en el centro de la ciudad como lo demandaría el CEDIB, es algo poco factible en lo inmediato.
Lazarte explica que, al tratarse de una Organización No Gubernamental (ONG), el CEDIB es una entidad privada que administra un patrimonio muy valioso para Cochabamba, pero que no deja de ser privado. “Por lo tanto, para poder darles un comodato necesitamos cumplir ciertos requisitos y, además, buscar el espacio, pues ellos quieren uno que sea céntrico”, señala.
Ante esta dificultad, considera que otra opción que tiene el CEDIB es buscar un espacio en anticrético o alquiler, al no tener el municipio muchos espacios que puedan servir para otorgarlos a la ONG. En todo caso, aclara que su despacho pretende coadyuvar en todo lo que sea posible para garantizar la protección del fondo documental.
Por su lado, el director de Culturas y Turismo de la Gobernación, Uvaldo Romero, manifiesta que la competencia de ofrecerle al CEDIB un predio para reubicarse está en el Gobierno municipal de Cochabamba. De ahí que el Gobierno departamental no se haya siquiera planteado la posibilidad de buscar un sitio para que ocupe la organización.
Algunas personas con conocimiento de las propiedades municipales en el centro de la ciudad, consideran que bien podría analizarse la posibilidad de destinar al CEDIB predios como los del excolegio Mejillones o los patios interiores de la actual Fuerza Especial de Lucha Contra la Violencia (FELCV), ambos en la calle Baptista.
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