Tuesday, August 29, 2017

Start Bolivia: Gestores de desarrollo

En un bus de transporte privado, jóvenes voluntarios, cuyas edades fluctúan entre los 16 y 30 años, llegó ayer hasta la zona “Champa Rancho”, ubicada al sur de la ciudad, específicamen- te detrás de la zona del aeropuerto, para recoger a más de 30 niños y niñas que esperan ansiosos este día para tomar su ducha semanal.

Estos muchachos pertenecen al grupo Start Bolivia, quienes comenzaron a sentar presencia como voluntarios en Cochabamba, a partir de 2016, con pequeños proyectos de apoyo social y cuidado al medioambiente. Uno de ellos es el programa de “Duchas para todos”, que apenas se inició hace unos meses y que ya está generando respuesta en esa comunidad.

Los líderes actuales del proyecto son Claudia Sanjinés Martino y Guillermo Olmedo Méndez, quienes ocupan el cargo de presidente y vicepresidente respectivamente, son los gestores de los proyectos integrales y de impacto social, que están enfocados en tres áreas: medioambiental, educación y social.

Con este aporte de trabajo de voluntariado mejoran la calidad de vida de la población cochabambina y conciencian a la comunidad acerca de la importancia de este tipo de acciones sociales y humanitarias.

REGALANDO SU TRABAJO

Se entiende por voluntario a aquella persona que trabaja sin esperar remuneración económica y que ve esa labor como su aporte a la comunidad y al medioambiente. Se trata de una decisión espontánea y libre. Bajo esta lógica, 60 jóvenes cochabambinos se comprometieron con el servicio de voluntariado. Se reúnen mensualmente para proyectar o proponer proyectos que se ejecutarán a futuro.

“Nosotros apoyamos desinteresadamente y esperamos la colaboración y aporte de todos los miembros; de esta manera, podemos socializar y llegar a un consenso y ejecutar”, dice Olmedo.

Es así como en dos años, además de los miembros activos, hay un grupo de más de 150 personas, que se suman a las actividades que se promocionan.

Para la convocatoria se hace uso de la tecnología con la socialización en las redes con lo que se denomina un “hot spot”, una alerta viral, donde se informa el día, la hora y de qué trata la actividad que requiere del apoyo de los voluntarios.

De acuerdo a los líderes del grupo, la respuesta de la población varía, en algunas actividades llegan más de lo previsto, y en otras menos; pero, el día de la cita todo el que quiera aportar con su trabajo es bienvenido.

“Los interesados solo deben estar en el lugar y la hora exacta para ayudarnos a desarrollar el proyecto”, dice Olmedo, sin tener que invertir nada económicamente, puesto que los organizadores proveen de todo el material y, lo mejor, es que en algunos casos, al finalizar la actividad, hay gente que empiezan a ser miembros activos y así, con mayor compromiso, asisten a las reuniones mensuales. De esta manera, se incrementa el número de voluntarios.

Proyectos

Guillermo Olmedo asegura que el objetivo de la organización es trabajar en áreas sociales, concienciando a la comunidad. La organización de Bolivia actúa con ideas propias, enfocadas a las áreas de medioambiente, educación y sociedad.

En el primer caso, el grupo desarrolla el proyecto denominado “Agua es oro”. Una idea que surgió hace tres años de la cochabambina Brisa Rejas Galindo, quien al retornar de Estados Unidos, se preocupó por la carencia de agua en algunos lugares de la ciudad e identificó la zona de Champa Rancho, como uno de los sectores más carentes de agua, por múltiples factores.

Allí, se realizó un estudio de investigación, que determinó que muchos de los habitantes no cuentan con agua ni para su aseo personal. De ahí surgió el programa piloto “Duchas para todos”, que se lleva a cabo, cada sábado de mes.

Claudia Sanjinés asegura que el grupo de turno llega al sector alrededor de las 15:00 a recoger a cerca 30 niños, los que son trasladados al Complejo de Depósitos, Logística y Servicios (Codelsa), ex Zona Franca, en Albarrancho, donde existía una batería de duchas en desuso, que fueron refaccionadas y acondicionadas, gracias al apoyo de la organización norteamericana “Resolution Proyect”, que donó 3.000 dólares para iniciar el proyecto.

Los voluntarios armaron bolsas de higiene personal, que entregaron a cada niño, que cada paquete tiene implementos de limpieza, como ser: jaboncillo, pasta y cepillo dental, champú y crema de enjuague.

“Esta es una manera de acercarnos a la comunidad para seguir trabajando con ellos”, afirma Olmedo.

Aunque no solo es cuestión de limpieza, sino también de compartir con los niños juegos o enseñanzas.

En estos cuatro meses de actividad se logró que los padres vayan acercándose a esta agrupación de voluntarios para agradecerles por su colaboración. “Este es un primer paso. Posteriormente queremos trabajar con los adultos y canalizar proyectos en el ámbito del programa el ‘Agua es Oro’”, finaliza la presidenta de Start Bolivia.

SENTIDO DE COMUNIDAD

El proyecto “Ducha para todos” no es el único programa que desarrollan estos jóvenes emprendedores, sino que existe una cadena de actividades de promoción cuidado medio-ambiental y capacitación o formación educacional.

Actualmente, los muchachos y muchachas de Start crearon un convenio con el colegio, “Nuestra Señora de Guadalupe” de Quillacollo, que cuenta con asistencia de alumnos de primero a sexto de primaria, a los que se les está capacitando en diferentes áreas como repostería, inteligencia emocional, primeros auxilios, ejercicio físico y otras. De esta manera, los niños aprenden cosas útiles, las que trasmiten en sus hogares, principalmente las charlas de protección infantil.

CASA PARA tODOS

Como un programa de apoyo al medioambiente y de enfoque social, los voluntarios trabajan en el plan “Casas para todos”. Se encargan de recolectar botellas de plástico de medio litro para construir casitas para perros.

“Recolectar botellitas de la basura no nos cuesta nada, económicamente hablando. Luego, vamos a las carpinterías para que nos obsequien algunos saldos de madera y con eso construimos casas para los perros callejeros”, dice Guilermo Olmedo.

Hasta la fecha la agrupación entregó 32 casas, que fueron trabajadas durante tres eventos. “Cada una es construida con 40 botellitas. En total estamos hablando de unas 1.280 envases reciclados, que van a brindar abrigo a los canes de la calle”, explica Sanjinés.

Los voluntarios de Start también coordinan su labor con dos instituciones de protección de animales, el Centro San Martín de Porres y Saving Lives. Venden algunos productos o artículos y el dinero recaudado es utilizado para comprar alimentos o apadrinar esterilizaciones de perros de la calle.

“La solución no solo está en darles casitas, sino en ayudar a disminuir la población de perros callejeros y eso solo se logra con la esterilización. Según datos del periódico OPINIÓN en 2015, 20.000 canes se encontraban en situación de abandono en la calle y, hasta la fecha, esa cifra ha debido crecer”, asegura Guillermo Olmedo.

Para estos dos líderes, lo que actualmente se necesita en Bolivia es crear conciencia del “voluntariado”, y que a través de sus acciones se mejore la calidad de vida de muchas personas y animales.

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