Los padres de familia de la unidad educativa Padre Ignacio Zalles desalojaron a la Fundación Arquidiocesana del mismo nombre (Fapiz), que brinda rehabilitación a 290 niñas, niños y adolescentes no videntes. El hecho ocurrió hace ocho días con el propósito de que las personas no ocupen el garaje.
El desalojo fue realizado cuando Fapiz participó de una actividad para personas no videntes en la plazuela Bush. La directora, Cristina Rodríguez, contó que un grupo de padres ingresó y cerró las puertas con cadenas y candados.
Los padres dijeron ser los propietarios de este predio. La unidad es una escuela de convenio de la Iglesia, pero los padres quieren que sea fiscal.
Los padres que desalojaron a la fundación colocaron letreros para denunciar que la institución lucra con la educación y pide una rendición de cuentas. La afirmación fue desvirtuada por los padres de los niños no videntes al explicar que Fapiz cobra 250 bolivianos por mes de rehabilitación y los centros privados 700. El sacerdote José Galo informó que el Arzobispado “está en tratativa” para bajar la tensión en ambas partes. Ayer sostuvo una reunión con Fapiz. Pidió paciencia y aseguró que “mañana o pasado” emitirán un comunicado oficial.
Fapiz interpuso una denuncia ante el Ministerio Público por allanamiento, atentado contra la libertad de trabajo y de enseñanza.
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