La principal fuente de agua que alimenta el centro y norte de la ciudad de La Paz está contaminada por el drenaje ácido acumulado a lo largo de 66 años de operaciones por la mina Milluni, alertó el Centro de Documentación e Información Bolivia (CEDIB) que observó un insuficiente tratamiento del recurso hídrico para el consumo humano de la población urbana.
Basado en información científica, el investigador Óscar Campanini explicó que el drenaje ácido generado por la actividad minera se acumuló en el embalse Milluni Chico, que es el dique de colas de la mina, y los rebalses de éste al embalse Milluni Grande de donde se obtiene casi la mitad del agua para el centro y norte de La Paz
El drenaje ácido que expulsa Milluni contiene sedimentos de casiterita, siderita, pirita, blenda, cuarzo, arsenopirita, marcasita, pyrrotita, galena, wolframita, etanita, hermatina, apatita, calcopirita, esfalerita; presencia de cadmio, zinc, arsénico, cobre, niquel, plomo y estaño; además de ph (acides y alcalinidad) de 2,8 a 2,4 en Milluni Chico y de 3 a 2,7 en Milluni Grande, que está por encima de los niveles permitidos.
Campanini señaló que la mina Milluni, dejó de operar hace 30 años, pero sigue generando impactos ambientales como efecto de los residuos pasivos que dejó a lo largo de su vida útil. Los metales pesados encontrados en el agua sobre todo arsénico, zinc y otros, persisten.
Milluni inició operaciones el año 1920 con la empresa Fabulosa Mines Consolidated, una de las más importantes minas de estaño de Bolivia que contaba con 500 trabajadores mineros y un centro poblado de más de 2.000 habitantes.
En 1965, por la resistencia minera a los gobiernos dictatoriales, ocurrió la matanza de Milluni, y desde 1976 hasta la culminación de sus operaciones en 1986 estuvo a cargo de COMSUR de propiedad del expresidente Gonzalo Sánchez de Lozada, ahora prófugo de la justicia boliviana.
El ingenio minero de Milluni llegó a procesar hasta 9 mil toneladas de concentrados al mes, y generó pasivos ambientales que superan el millón de metros cúbicos (m3) de relaves y desmontes.
Campanini lamentó que a pesar de las solicitudes formales a la Autoridad Jurisdiccional Administrativa Minera (AJAM) por conocer las concesiones mineras situadas cerca de fuentes de agua, esta entidad se negó a proporcionar información y respondió mediante una nota que el tema no es de “interés público”.
Dijo que a esta altura esta actividad extractiva contribuye a la pugna por el uso del agua que no sólo confronta en áreas rurales a comunarios y mineros, sino también a las ciudades.
Tratamiento y sus costos
El investigador Óscar Campanini explicó que los costos económicos por mejorar la calidad del agua que consumen las zonas central y norte de La Paz han sido muy altos, pues han requerido de procedimientos complejos.
El año 2010, por ejemplo, se tuvo que utilizar 2.415 toneladas de cal en la estación La Calera a 7 Km. de Milluni, 1.479 toneladas adicionales de cal utilizadas en la Planta de Achachicala además de 151 toneladas de sulfato de aluminio y 62 toneladas de cloro.
El 2011 para la obtención de 1.038 millones de litros, un 6 por ciento del total de agua fue captada por este sistema con un costo estimado de 15.800 bolivianos al día o 5,8 millones al año. Datos basados en el informe de Zamora Echenique, Zamora Mercado, & Gorritty.
Se pudo evidenciar que el pretratamiento para la neutralización de precipitación con cal en la estación La Calera, disminuyó la cantidad de metales, pero se mantienen por encima de los niveles permitidos para el consumo humano.
El investigador señaló que para disminuir la contaminación de las aguas de Milluni se mezcla con las de Janqo Khota y Choqueyapu, pero aún así mantienen niveles altos de hierro, zinc y manganeso.
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