De acuerdo a informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) y la Organización Internacional del Trabajo (OIT), la Población Económica Activa (PEA) en el área rural tiene una creciente disminución en Bolivia.
El documento presentado por ambas entidades internacionales, denominado Coyuntura Laboral en América Latina y el Caribe: Mejoras recientes y brechas persistentes en el empleo rural, muestra que Bolivia en 2005 tenía una proporción de la PEA rural de 41,1 por ciento de habitantes, mientras que en 2014 el porcentaje bajó al 38,3 por ciento.
OCUPACIÓN DISMINUYE
También muestra cambios en la proporción de la ocupación rural en el total. En 2005 registraba 42,8 por ciento, mientras que en 2014 la cifra baja a 39,1 por ciento.
Las entidades recomiendan a los gobiernos trabajar para aumentar el número de personas en edad de trabajar en el área rural; y, paralelamente, tienen que elaborar políticas para mejorar la educación de los habitantes, así como en su formalización.
Bolivia, en los últimos años, registró fuerte migración campo ciudad. Los cambios climáticos y las condiciones adversas de la actividad agropecuaria obligan a los habitantes del área rural a dejar sus hogares, cuya situación puede incidir en la caída creciente de la producción agrícola.
MANTIENE LA FUERZA LABORAL
Por otra parte, el informe señala que pese a la creciente urbanización de la región, la fuerza laboral rural aún constituye alrededor de una quinta parte de la fuerza laboral total. Entre 2005 y 2014, hubo importantes mejoras en los mercados de trabajo de la región y los datos analizados muestran que estos avances han incluido las áreas rurales, tanto respecto de la inserción laboral como en lo referente a la calidad de los empleos.
MEJORAS INSUFICIENTES
Sin embargo, las mejoras en las áreas rurales no fueron suficientes para dar lugar a una tendencia clara hacia el cierre de las brechas entre la situación laboral en las áreas rurales y urbanas, cuya situación se mantiene.
Asimismo, pese a los avances registrados en la última década en la inserción y desarrollo laboral de las mujeres rurales, existen significativas brechas en relación con sus pares de las áreas urbanas, así como entre ellas y los hombres rurales.
Considerando los déficits persistentes de la inserción laboral y de la calidad del empleo en las áreas rurales en comparación con las áreas urbanas de la región, se requiere de una serie de políticas públicas, tanto para impulsar el desarrollo productivo y aumentar la productividad de las actividades económicas como para mejorar la cobertura efectiva y la calidad de los programas y servicios, así como de la inspección laboral.
AUSENCIA DE ADULTOS Y JÓVENES
Las observaciones que se realizan en las zonas rurales del altiplano, en especial, se advierte la ausencia de los jefes de familia y de los hijos adolescentes y jóvenes, pues han emigrado en especial a la ciudad de El Alto, en busca de mejores condiciones laborales y de ingreso.
Por tanto, según esas visiones, las mujeres virtualmente son las que han asumido el laboreo rural, acompañadas de sus pequeños hijos.
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