Rodrigo Villavicencio, oficial nacional del Programa para la Ayuda Humanitaria de la Cooperación Suiza en Bolivia, define al mapa de riesgos como un instrumento de planificación del desarrollo que sirve para detectar amenazas y las vulnerabilidades que tiene la sociedad frente a ellas. No elaborar uno, dice, implica que estemos ciegos frente a las amenazas que puedan afectarnos como sociedad.
Entre las acciones que considera necesarias para que este tema esté en primer plano para el Estado están: la aprobación de leyes y normas que tengan el enfoque de reducción de riesgos y desastres, la construcción de una adecuada institucionalidad en el ámbito municipal, de las gobernaciones y sectores del nivel nacional; y recursos humanos, técnicos y profesionales bien formados en el tema.
¿Cómo resumiría qué es gestión de riesgos?
Es el proceso mediante el cual una comunidad, un municipio, una gobernación, un país puede prevenir, atender y rehabilitarse frente a desastres de manera resilente, con una capacidad de por lo menos volver a la situación inicial o una mejor situación.
¿Cómo definiría qué es un mapa de riesgos?
El mapa de riesgos es un instrumento de planificación del desarrollo y sirve precisamente para identificar cuáles son las amenazas que existen en una determinada zona geográfica -una comunidad, un municipio, una gobernación, un país- y qué vulnerabilidades tiene la sociedad frente a estas amenazas.
Nos permite conocer cuáles son nuestras debilidades frente a estas amenazas y poder trabajar en la planificación del desarrollo con un enfoque de prevención de riesgos y de resilencia.
¿El no elaborarlo qué riesgos implica?
Implica que estemos ciegos frente a las amenazas que puedan afectarnos como sociedad y esto implica que seamos débiles frente a la incurrencia de desastres, que no tengamos una adecuada planificación de la infraestructura que construyamos, de las inversiones que podamos hacer. Prácticamente un mapa de riesgos nos permite invertir de manera segura y no contar con uno pone en riesgo la inversión pública de un país, de una comunidad.
¿El cambio climático y el fenómeno de El Niño cuánto más agrava la situación?
El cambio climático es el fenómeno por el cual las temperaturas están aumentando y están aumentando las frecuencias e intensidades de las precipitaciones. En muchos casos tenemos precipitaciones que son en periodos más cortos, pero más intensos, aunque en general hay una tendencia, por ejemplo en nuestro país, hacia la sequía. Entonces, esto hace que las amenazas se repitan con mayor frecuencia en el tiempo y sean, además, de mayor intensidad. Por ende, para realmente hacer una adecuada gestión del riesgo, debemos conocer cuáles son los posibles escenarios en el corto, mediano y largo plazo.
No considerar el cambio climático en lo que es la gestión de riesgos implica que no trabajemos con las variables adecuadas, con las realidades a las que nos vamos a enfrentar en el futuro.
Por otro lado, El Niño es un fenómeno meteorológico que se repite en periodicidades de dos a siete años, pero que en el último tiempo también se ha ido repitiendo con más frecuencia. La presencia de un Niño implica cambios también en el tema de las intensidades de precipitaciones y posible presencia de sequía. Entonces, debemos también conocer este fenómeno y poder pronosticar de alguna manera qué zonas pueden estar siendo afectadas y considerar esto también en la gestión de riesgo.
En resumidas cuentas, necesitamos tener la información correcta para planificar una adecuada gestión de riesgos y del desarrollo.
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