Sunday, June 28, 2015

Aldeas SOS: 46 años de trabajo y alegría

Era el año 1969, habían transcurrido casi dos meses desde la muerte del presidente René Barrientos, cuando un grupo de religiosas de la orden de Hallein pudo convertir las instalaciones de “Gota de Leche” (un centro de atención para niñas y niños en orfandad bajo su cargo) en la primera Aldea SOS de Bolivia.

Después de una serie de gestiones con Hermann Gmeiner, el fundador de SOS International, la apertura de esta filial en Cochabamba, un 23 de junio, inició un camino de 46 años, en los que profesionales, voluntarios e instituciones aliadas unieron esfuerzos para atender una necesidad que, a pesar de todos los avances logrados, persiste en Bolivia y el mundo: el cuidado de la infancia en abandono.

LOS 80’s: CRISIS NACIONAL

Recordada como la “década perdida”, la época de los 80’s estuvo marcada por una débil economía nacional, cada vez menor participación estatal en las políticas gubernamentales (por orden de los organismos monetarios internacionales) y pobreza creciente en los estratos más vulnerables.

Sin espacios diurnos de cuidado infantil, a las mujeres sin apoyo de un cónyuge no les quedó más opción que dejar a sus hijos en casa, solos, para salir a trabajar. Y aunque el Estado implementó los PIDI’s (Programas Integrales de Desarrollo Infantil), la medida no fue suficiente para frenar el abandono.

Tal situación implicó la adaptación de los servicios de Aldeas Infantiles SOS al nuevo y duro contexto social, creando así el primer Centro Infantil Comunitario, en Tiquipaya, donde la institución brinda servicios de prote- cción y salud a los niños, mientras se trabaja con sus padres para que pronto puedan hacerse cargo de sus familias.



LA NIÑEZ EN ABANDONO

Cuando se le consulta sobre cómo enfrentar realmente la problemática de la niñez, Rosario Llanos, vocera de la filial cochabambina de Aldeas Infantiles SOS y directora del Servicio de Prevención de la Pérdida de Cuidado Parental, es contundente: “hay que identificar la raíz del problema, cuando trabajamos solo sobre los efectos no disminuimos lo negativo. La solución no está en abrir más centros de cuidado diurno o espacios de acogida, tienen que ser acciones conjuntas e integrales”.

Dichas acciones deben estar orientadas, según la filosofía de Aldeas Infantiles SOS, a fortalecer las familias en su comunidad, para generar redes sociales que den sostenibilidad a los proyectos.

Los diagnósticos indican que, si bien aspectos estructurales como la disminución de la pobreza, generación de empleos, o un mayor acceso a la educación transformarían la calidad de vida de las personas, están también aquellos factores más relacionados a la cotidianidad de las personas, sobre los que la ciudadanía y las instituciones deben trabajar: lucha contra la violencia intrafamiliar, el fortalecimiento familiar y de valores, la salud y nutrición de los niños y la capacitación de los padres.



TODO VUELVE A LA FAMILIA

Aunque la labor de protección a la infancia abandonada que desempeña Aldeas Infantiles SOS es innegablemente necesaria en el contexto actual, la institución está “convencida de que la familia es el mejor espacio para el desarrollo integral de un niño”.

Según Llanos, la causa más común para que niños y niñas en situación de calle hayan llegado a ese punto se refiere a problemas familiares; por ello, el abordaje de la problemática debe incluir el trabajo con progenitores cuando aún estén y, en caso de orfandad, procurar su inclusión en un nuevo ámbito familiar.



PROTECCIÓN Y PREVENCIÓN

En la perspectiva de proteger a la infancia y de prevenir el abandono fortaleciendo a las familias, el trabajo actual de Aldeas SOS se planea y ejecuta a dos niveles: 1) Implementación de servicios de prevención de la pérdida de cuidado parental, y 2) Servicio de restitución del derecho de los niños al cuidado de una familia.

Concretamente, estos servicios se extienden a través de tres proyectos consolidados y uno en su fase piloto:



Centros Infantiles Comunitarios

Ya son 294 en todo el país. Los 56 en Cochabamba están ubicados en zonas vulnerables y funcionan en coordinación con el Sedeges y cada municipio, estos últimos proporcionan víveres, pagan la beca de los educadores y mejoran el equipamiento.



Servicio de Acogimiento

a Familias Extendidas

Cuando niños y niñas pierden a sus padres de manera repentina (por muerte o abandono) la familia extendida (padre, tíos, abuelos, etc.) suele institucionalizarlos pensando que estarán mejor en un albergue que con ellos, generando más abandono.

Ante tal situación, este servicio apoya, técnica y económicamente, a la familia extendida para que los infantes continúen viviendo con ella.

Llanos cuenta que el servicio ha logrado que tíos y abuelos fortalezcan lazos afectivos y consigan la tutela de sus sobrinos y nietos, quienes respetan y aprecian su nueva dinámica familiar.

Aunque el proyecto está en marcha solo en Santa Cruz, su implementación en Cochabamba ya se propuso a la Defensoría, ya que es esta instancia, la que debe dar acogida temporal a los niños que llegan a las Defensorías.



Familias SOS

La primera opción para el cuidado de un infante en abandono debe ser la familia extendida, la siguiente alternativa es la adopción, y solo en caso de que ninguna de las anteriores haya sido posible, se inicia su ingreso a una Familia SOS.

Ésta es una casa al cuidado de una madre SOS –una profesional que ha pasado un proceso de selección y dos años más de capacitación– en la que el infante convive con otros niños a los que considera hermanos suyos.

Llanos explica que cada niño y niña tiene un plan de desarrollo individual, por lo que tanto su integración como su emancipación deben ser espontáneas, ya que el propósito es darles una familia, no solo un albergue.

“Tarde o temprano ellos dejarán las aldeas para hacer su vida como adultos (...) algunos jóvenes se alejan cuando cumplen 24 años, al culminar su carrera, otros lo hacen antes, pero debe ser espontáneo. Vuelven en ocasiones importantes generalmente, tradiciones familiares como Navidad, graduaciones, promociones, Día de la Madre, carnavales, etc.”, cuenta Llanos, con una expresión de nostalgia y orgullo.



Servicio de Contención Familiar

Denominado Proyecto de Fortalecimiento a la Unidad de Familias Vulnerables en la Comuna Itocta, este servicio se propone restituir los derechos básicos de 300 niños y desarrollar las capacidades de liderazgo y empleabilidad de 600 familias (en su mayoría compuestas por una madre con muchos hijos), para que restituyan derechos primordiales que no estaban ejerciendo: salud, nutrición, educación y protección.

Esta primera experiencia –ejecutada en coordinación con el municipio– se encuentra todavía en su fase piloto (a concluir en agosto) pero su continuidad y réplica en otras zonas de Cochabamba y del país, ya se está gestionando, asegura Llanos, dejando saber que los 46 años de trabajo que Aldeas Infantiles SOS cumplió el pasado 23 de junio solo fueron el comienzo del largo camino por recorrer en defensa de la infancia.


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